El Bibliotecario Escolar


El actual modelo de biblioteca escolar supone una ampliación de las funciones del responsable: es el encargado de coordinar su funcionamiento, recoger y relanzar la información del centro, gestionar los recursos y dinamizar su uso con todos los profesores, y en todas las áreas curriculares.

La normativa del Ministerio sobre las funciones de los responsables de biblioteca asigna unas pocas horas de dedicación para la gestión de la biblioteca, lo que suele resultar insuficiente. Muchas veces su actividad se reduce a la permanencia, no a la dinamización.


El bibliotecario escolar deber ser una figura única y a tiempo completo. Ello permite la buena gestión y coordinación de los recursos informativo-documentales para su dinamización.

Para evitar una posible desvinculación de la biblioteca del resto de los docentes, se ha defendido a veces que fuera una figura colegiada, es decir, un equipo de docentes, para asegurar la implicación de todos en la gestión, uso y dinamización de la biblioteca escolar.

La figura del bibliotecario escolar debe ser la de un profesional experto en Biblioteconomía y Documentación, y a la vez en los aspectos educativos para los que se organiza la biblioteca. Este profesional debe coordinar y hacer participar a todo el claustro de profesores en la selección de colecciones, en la producción de documentos, y en la formación de las habilidades de información de sus escolares.

Lo importante es que el bibliotecario escolar sea siempre parte y organice toda su gestión en relación con el conjunto del Centro, que funcione de modo integrado, con el fin de hacer realidad el protagonismo de la biblioteca en el proyecto educativo.

En este sentido, el modo de gestión de una biblioteca escolar dentro del centro educativo responderá al modo en el que el conjunto del profesorado desarrolle su actividad pedagógica. Si el centro se organiza de una manera aislada e independiente, en la que cada docente es sólo especialista en su materia y considera que su clase es de su exclusivo dominio, es probable que el bibliotecario no pretenda asumir más competencias que las que entienda que le corresponden, que suelen ser de índole técnica: control y organización de los fondos o repartir libros en el recreo, sin inmiscuirse en territorios que se le presentan ajenos. Ello limitará los resultados de la biblioteca escolar.

Las funciones y tareas de los bibliotecarios escolares.

El nuevo concepto de biblioteca escolar supone una ampliación de las funciones del responsable:



  • Analizar la situación y las necesidades de su centro.



Debe conocer la estructura y el funcionamiento de su centro, así como la situación de la biblioteca; A partir de este análisis, debe establecer un plan de trabajo para la biblioteca que debe estar plenamente integrado en los Proyectos Educativo y Curricular.



  • Recoger y tratar la documentación y gestionar los recursos.

Es el encargado de la recogida de información y documentación que responda a las necesidades de su centro. Participa en la selección y adquisición de los materiales didácticos, informativos y de esparcimiento necesarios para el desarrollo de los programas escolares, en coordinación con el personal docente y con el alumnado. Realiza o completa el tratamiento técnico de los materiales y pone a disposición de los usuarios los fondos de la biblioteca. El responsable de la biblioteca determina y organiza la utilización de los fondos documentales, de los espacios y tiempos, de los recursos económicos y, en su caso, humanos.



  • Comunicar y hacer circular la información, tanto pedagógica como cultural y organizativa .

El responsable de la biblioteca escolar debe facilitar la difusión de todo tipo de información administrativa, pedagógica y cultural.



  • Ofrecer recursos y oportunidades para el aprendizaje.

El bibliotecario escolar debe colaborar con los demás profesores en la planificación y desarrollo del currículo, en un proceso de enseñanza y aprendizaje basado en una pluralidad de recursos educativos. Igualmente, puede colaborar con los demás profesores organizando actividades especialmente dirigidas a los alumnos con dificultades de aprendizaje, ofreciéndoles una ayuda individualizada.



  • Participar en la capacitación de los alumnos en el uso de fuentes de información.

Junto con los profesores, debe organizar actividades relacionadas con el uso de información. Ayudar a identificar, localizar y seleccionar los documentos pertinentes en función de los objetivos de la investigación. Inicia a los alumnos en el conocimiento e interpretación de los diferentes tipos de documentos, etc.



  • Promocionar la lectura como medio de entretenimiento y de ocio.

La biblioteca escolar no debe ser sólo un instrumento de trabajo e información, sino también un espacio que favorezca el acercamiento del alumnado a la lectura como medio de entretenimiento. En este sentido, el bibliotecario escolar debe colaborar al desarrollo y afianzamiento de los hábitos de lectura, asegurar la presencia de obras de esparcimiento en el fondo documental, y aconsejar y guiar a los alumnos en la elección de sus lecturas, compensando las posibles desigualdades de origen en cuanto al acceso a los libros.


  • Relacionarse con el exterior.

El responsable de la biblioteca debe establecer y mantener una relación de colaboración o cooperación con otros centros documentales, que favorezca el intercambio de informaciones y el trabajo en común. Además, debe relacionarse con el entorno social favoreciendo la apertura del centro al exterior. Esto supone colaborar con bibliotecas de la localidad, asociaciones culturales e instituciones públicas y privadas, para organizar actividades en común y procurarse informaciones y documentos que interesen a la comunidad educativa

Fuente: (V. CHAPRON, F., TREUT, F. "Quel profil professionnel pour les documentalistes des CDI des établissements scolaires du second degré?" París, FABDEN, 1990. Cit. en: "La biblioteca escolar en el contexto de la Reforma Educativa." Madrid: MEC, 1995.)


Las funciones del bibliotecario escolar según J. Miranda y A. P. Palomero
( "La dinamización de la biblioteca escolar")


  • Tareas técnico-organizativas:

Registrar, catalogar y clasificar todos los fondos que lleguen a la biblioteca.

Mantener los catálogos de autores, títulos y materias en perfecto estado de utilización, o en su caso, el catálogo informatizado actualizado.

Mantener los fondos debidamente ordenados en las estanterías.

Mantener actualizado el fichero de préstamos, que permita, cuando se estime conveniente, estudiar el tipo de lecturas de un determinado grupo de alumnos, su frecuencia, etc.

Establecer un horario de utilización de la biblioteca mediante el que puedan acceder a su uso, acompañados de su profesor, todos los grupos de alumnos el máximo número de ocasiones

posible, desarrollándose tanto tareas de consulta y estudio como de animación a la lectura y préstamo.

Confeccionar y aplicar un horario de consulta en sala, dirigido tanto a alumnos individualmente como en grupos, con presencia y disposición del bibliotecario.

Establecer mecanismos ágiles de préstamo individual a los alumnos y al resto de los usuarios.

Posibilitar el préstamo de lotes a las diferentes aulas.

Mantener al día el "Tablero de novedades" y otras fórmulas que permitan dar a conocer a profesores y alumnos las últimas adquisiciones o bloques de libros previamente seleccionados.


  • Tareas pedagógicas:


Conseguir que la biblioteca forme parte de la vida del centro, estimulando que los profesores decidan utilizarla como una herramienta fundamental en su trabajo y desarrollando con ellos actividades concretas sobre distintos aspectos del curriculum.

Elaborar y dar a conocer al claustro de profesores el plan de trabajo que hay que desarrollar desde la biblioteca, incluyéndolo además en el Plan Anual.

Informar a los profesores del sistema de organización de los fondos, para hacer posible que posteriormente cada profesor pueda trabajar con sus alumnos sin la necesidad de la presencia del bibliotecario.

Elaborar una "Guía de uso" de la biblioteca, dirigida a todos los posibles usuarios.

Desarrollar, junto al resto del profesorado, un Plan de Formación de Usuarios.

Mantenerse al día en el conocimiento de las novedades que se vayan publicando sobre libros y otros documentos utilizables desde la biblioteca escolar, por medio de revistas monográficas y profesionales, publicaciones y catálogos de las editoriales.

Elaborar el plan de nuevas adquisiciones, teniendo en cuenta las posibles carencias de la biblioteca y las necesidades manifestadas por profesores y alumnos.

Elaborar guías de lectura con variedad y amplitud de criterios: curriculares, géneros literarios, autores, ilustradores, temas interdisciplinares.

Organizar desde la biblioteca la conmemoración de fechas o acontecimientos que merezca la pena destacar, mediante la exposición de libros y otros documentos relacionados con el tema, elaboración de guías de lectura, celebración de algún acto especial, etc.

Participar en grupos de trabajo, jornadas..., que le permitan profundizar en sus tareas y mantenerse en contacto con los profesionales encargados de otras bibliotecas.

Establecer canales de comunicación con la biblioteca pública más cercana.